lunes, 20 de octubre de 2014

El óxido ferroso parte del infortunio de una fórmula química injusta, digo yo: FeO.
Pero, ¿cómo puede ser FeO lo que acontece por la mera razón del tiempo, que termina siendo la razón de la vida?
Nos oxidamos porque vivimos, y ese oxidarnos es lo que nos concede una pátina de elegancias que nos procura sabidurías y experiencias.
Oxidarse es crecer.
Los invito a saludar al FeO con esta mirada reconciliadora.
Salud!!









1 comentario:

  1. Hola!!!

    No estoy segura si logré publicar el comentario anterior, por si acaso.
    Papito siempre es un placer para mí recibir estos trabajos tan bellos e inspiradores.

    Te adoro.
    Keep Working,

    Mariale

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Gracias por tus comentarios, son fuente de mejora para lo que intento lograr.