lunes, 20 de octubre de 2014

El óxido ferroso parte del infortunio de una fórmula química injusta, digo yo: FeO.
Pero, ¿cómo puede ser FeO lo que acontece por la mera razón del tiempo, que termina siendo la razón de la vida?
Nos oxidamos porque vivimos, y ese oxidarnos es lo que nos concede una pátina de elegancias que nos procura sabidurías y experiencias.
Oxidarse es crecer.
Los invito a saludar al FeO con esta mirada reconciliadora.
Salud!!









sábado, 15 de marzo de 2014

Las cosas útiles, por propio derecho, han de brindar belleza.
No puede ser de otra forma, porque lo que nos resuelve se agradece y se estima.
El catálogo de las utilidades es infinito y contiene todo lo que hace nuestro 
camino un tránsito llevadero.
"Pa´muestra, un botón", como dicen por ahí…